Pido perdón

<<¡Pido perdón...!>>
A los escritores...
¡A los que sí lo son! Yo solamente soy un pequeñísimo aprendiz y creo que para siempre. ¡De verdad que lo siento! En las RRSS no estaba la opción de "posiblemente algún día será un escritor", que no lo soy... Mi máximo respeto a vosotros que ilumináis grandes momentos de la vida. De mi vida. 

A mis hijos... a los que están y desgraciadamente a los que ya no están.

Por haberos robado a vuestro padre durante los momentos en los que solo pensaba en ese futuro para vosotros, y a día de hoy, casi que me arrepiento del esfuerzo porque es de vuestra parte el resultado final y yo me quedé solo con unos pocos ratos de enseñanza y preocupación para que tengáis lo que yo no tuve muy a menudo; felicidad. Feliz me siento ahora que os observo ajeno y cómplice a la vez de ella, y con ella, el regalo más grande que pueda existir para siempre; es el que me hacéis ver a cada momento de esas sonrisas verdaderas.
A los que desgraciadamente ya no puedo veros las vuestras, siempre las llevo conmigo en mi alma. ¡Por y para siempre!

A mi padre...

Siento que ninguno de los dos hemos sido lo que nos hubiese gustado. Pero lo que mejor tiene el tiempo de respirar cada día, y en el que miramos ese reloj que no se detiene es, posiblemente, un espacio donde antes de pararse para siempre, tengamos la conveniencia de que sean oportunas esas palabras, que no reproches, y que siempre nos faltaron. Si podemos rectificar, lo haremos. Si no hay nada que recordar, porque ya pasó, solo queda hacerlo mejor hoy y mañana. ¡Eso sí es construir a un hijo y a un padre!

A mi madre...

No siempre he sido, no siempre soy, ni siempre lo seré conforme quisiera, lo quisieras. Pero eternamente agradecido por la vida, no en el mejor de los casos ni recuerdos propios y ajenos, pero siempre afortunado por ello, por ella, por la vida que me diste. Discúlpame si a veces, aunque sea por demasiado tiempo, pongo ese espacio tan largo de por medio como una barrera entre los dos. Solo así esperaré que llegues como naces, pidiendo amor, y antes de que aparezca la hora de dejarnos, lo vuelvas a pedir y allí pueda estar para dártelo, para darte, lo que quizás he echado tanto en falta por ambos... que nos lo diésemos cuando debíamos dárnoslo, al fin y al cavo, importarnos.

A mis dos madres...

Mi abuelita y mi Chacha, por no haberos demostrado mucho más de lo que pude demostraros. Me moría por dentro al veros morir y no quería ni presenciarlo, ni imaginarlo, ni tampoco sentirlo cerca. Fui un cobarde, y en el fondo sé que tampoco queríais que lo viese. Os echo en falta cada día de mi vida, porque solo con vosotras he sentido que de verdad le importaba a alguien y que me querían para siempre como jamás nadie lo hará, ¡jamás! Mi último aliento será con vosotras dos en mi mente y en mi alma para así irme a vuestro lado. Es lo único que me haría morir en paz conmigo mismo.

A mis hermanos...

Solo pediros perdón por "no estar lo que me hubiese gustado estar" y por no haberme tomado la molestia de que me llegarais a conocer como creo que nos faltó. La sangre solo es un líquido, lo que corre por ella es la incondicionalidad con otro ser, y esto, que no os sirva de controversia, es lo que se llama "para siempre y por siempre" me importa y me duele como si fuese yo mismo. ¡Nunca es tarde mientras sea de verdad!

A la familia...

Tan grande es que ninguna tuve y sé con creces, hoy en día, que no nacemos con ella sino que simplemente se hace. Por si alguien me recuerda, que sepas, que sepáis, que aquí estoy, que aquí sigo y bienvenido aquel y aquella que quiera que lo hagamos. ¡Familia!, tan sencillo como importarse.

A mis amigos...

Los que perdí, pero aquí estoy para disculparme. Y los que he ganado, los que en la distancia siempre tienen un recuerdo que hace que cada vez más, el añoro nos haga estar presentes para siempre. Porque te quiero, os quiero, me importáis... y no digo que de vuestra parte es de la misma forma, porque no es cuestión de decir sino de sentirlo y así lo siento. Os percibo, te percibo. No sois muchos pero sí los más importantes.

A los conocidos...

Sea como sea, virtual o en vida, solo quiero haceros saber que el tiempo no se estira como desearía que fuese, aunque lecciones doy sobre ello, siempre tengo unos minutos para que con el simple hecho de saludaros, sepáis que aquí estoy, estamos, nos veremos y pronto Y así será para seguir poniendo vida que es lo importante.

A los que confiáis en mí...

Por defraudaros cada día os pido perdón. No llego siempre a tiempo pero os juro que hago todo lo posible por hacerlo, por llegar, por acercarme a esas exigencias que me hago cada vez que me levanto por la mañana y me animo en el espejo por y para vosotros.

A los que les debo...

Y no siempre dinero, ¡"querido Banco"!, sino a los que quisiera que me escucharais ese "por qué" debido que os adeudo y que lo tengo pendiente. ¡¿Qué os debo?! Una explicación sin reproches pero aceptaré cualquiera de vuestra parte. Así podremos estar en paz con nuestra conciencia y al menos la mía estará más libre.

Al tiempo...

No te desaprovecho aunque a veces así lo medite cuando me acuesto, no siempre dormido pero si soñando y hasta con los ojos abiertos para valorarte. Perdón porque a veces no siempre lo hago, pero ya que me disculpo dame un poco más, ese poquito más de tiempo para que consiga que otros lo tengan, te tenga, lo tengamos, más y más presente y lo valoren porque no es eterno. Lo valoremos, lo valoro, porque no lo eres como incansable combustible que mal gastamos a diario sin que podamos recuperarlo nunca. Recuperarte ni comprarte.

A mis amores...

Qué fácil es decirlo y qué difícil es sentirlo sin quererlo inesperadamente. Ha habido mucho que dar de mi parte pero agradecido estoy de recibir lo que me dieron. Amor, no te he tratado como quisiera, no sabía hacerlo mejor. Solo te ruego que me dejes seguir teniéndolo, tenerte. No entiendo mi vida sin ti.

Al amor de mi vida y que lo será para siempre...

El amor no se busca ni llega con el tiempo. Es tan mágico que aparece sin más explicación que dar. Y no necesita explicar nada, ¡nunca!. Fuiste, eres y serás aquella mujer que vi un día por la tarde, como la más guapa del mundo conforme te acercabas a mí. Sin maquillajes ni florituras. Mirándome con esos ojos que tengo clavados en mi alma y esa sonrisa con la que sueño cada noche.
Te pido perdón por no haber sabido quererte, pero nadie me enseñó que había que saberlo. Y no sabes cómo te echo de menos cada día de mi vida. La misma mujer con la que me hubiese gustado compartir contigo hasta el último aliento que me quedase. Y a día de hoy aún lo pienso como lo siento.

¡Qué pena por mí de que no existas!

A mí...

Por no querer verme muchas mañanas en ese espejo que hace que te des cuenta que ya no eres un niño. Por odiarme a momentos sin saber el por qué no lo hice de otra forma, a veces hasta pudiendo hacerlo y no fue así. 

Por tener que llevar dentro ese egoísmo que me repugna tenerlo, y para que no me maten cuando vivo junto a otros a los que no les importa otra cosa que ellos y ellas. Por esa ayuda que no presté y que de igual forma no me dieron y bien merecida que estuvo, que está, y que estará si no lo cambio. 

Por esa protesta con o sin razón de la que podía haber utilizado otras palabras y gestos. Solo espero que ese perdón que te pido, me pido, me haga ser un poco más humano que lo era antes de escribir estas pocas palabras para que tú y el resto lo noten, lo vean y lo compartan. Lo sepan.

¡Gracias de corazón "Perdón"!... porque al menos con esa opción de pedirte y utilizarte, ese sentimiento de ofrecerlo, ofrecerte, puedo llegar a lograr ser un poquito mejor cada día que respire.